top of page

Bajemos la exigencia

Foto del escritor: Véronica MorinVéronica Morin

Las personas padecemos perturbación emocional básicamente por las evaluaciones irracionales que hacemos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo. Estas evaluaciones son exigencias absolutistas, obligaciones, “debo” y “tengo que”.

Cuando nos exigimos a nosotros mismos, tendemos a pensar ¡yo debería hacerlo todo bien! ¡Debería ser una perfecta madre, un perfecto marido, un perfecto amigo, un buen hijo , un excelente jefe, un gran compañero de trabajo ! ¡Debería hacer ejercicio y tener hábitos saludables!

¿Qué ocurre a nivel emocional cuando mantenemos exigencias absolutistas?

Al exigirnos de manera irrealista o absolutista a nosotros mismos, generaremos sentimientos de ansiedad, depresión o culpa ya que estaremos muy preocupados por cumplir las expectativas que nos hemos marcado como obligación, lo que acabará estresándonos y bloqueándonos.

Entonces, cuando por algún motivo nos es imposible cumplir esas expectativas nos invade un sentimiento de improductividad, fracaso e inutilidad.


“El egoísmo no consiste en vivir como uno cree que ha de vivir, sino en exigir a los demás que vivan como uno”

-Oscar Wilde-


El perfeccionismo es gran responsable de este tipo de absolutismos. Las personas perfeccionistas se exigen a un nivel difícil de cumplir y suelen postergar lo que tienen que hacer por miedo a no hacerlo perfecto.

Por otro lado, cuando exigimos que el mundo gire en la dirección que a nosotros nos gustaría, surgen sentimientos de victimismo y depresión. Cuando las cosas no salen como nos gustaría, sufrimos de lo que se denomina baja tolerancia a la frustración, que es la tendencia a exagerar lo insoportable de una situación, a calificarla como terrible, insufrible, catastrófica.


Es bueno aceptar que los demás tienen perfecto derecho, aunque nos duela o no nos agrade, a actuar libremente de la manera que deseen. Si les exigimos que deberían ser como nosotros queremos, albergaremos sentimientos de ira y conductas pasivo-agresivas o violentas, lo que no hará si no empeorar las relaciones con los demás .

Si nos ponemos irritables con los demás porque no actúan como nosotros queremos, al final lo único que conseguiremos es amargarnos sin poder ejercer control ninguno sobre la forma de actuar de los demás, empeorando incluso nuestra relación con ellos.


¿Qué debemos hacer entonces?

Dejar de exigir.

Y si piensas que esto es conformismo. No. Está muy bien que tengamos deseos, que queramos conseguir cosas, que luchemos porque las cosas nos vayan bien, que prefiramos que los demás nos traten siempre bien, etc. Pero una cosa es preferir o querer y otra exigir absolutamente. En la exigencia se encuentra la neurosis, ya que por mucho que exijamos las cosas no serán como tú quieras. El mundo funciona así.

Por lo tanto, acepta esta realidad y deja de exigirte a ti mismo, al mundo y de exigir a los demás. Piensa: “preferiría ser mas social, pero si no es así, tengo muchas otras cualidades y cosas que ofrecer a los demás”, “Me encantaría que mi marido se acordara de nuestro aniversario, pero es humano y también falla. No obstante, tiene otras muchas cualidades”

Nunca tendrás el control absoluto y aceptándolo te librarás de las perturbaciones emocionales que los deberías, obligaciones y presiones te podrían causar. Paradójicamente, la vida te irá mucho mejor

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Ansiedad y depresión en niños

Muchos niños tienen miedos y preocupaciones, y de vez en cuando se sentirán tristes y desesperanzados. Surgirán miedos intensos en...

Desacelerar

En un mundo que constantemente nos empuja a perseguir más y más, abandonar el deseo neurótico de abarcar en exceso puede ser un acto de...

留言


Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2023 por Clínica del estrés.

bottom of page