La parte más importante de un recuerdo es la emoción o emociones que trae consigo. Seguro que te ha pasado que un determinado olor te evoca un momento concreto del pasado. Ese día con tus padres en el mercado de las flores vuelve a tu memoria al entrar en una floreria y notar el olor a flores frescas. O un perfume que te recuerda a una persona muy cercana a ti en el pasado.
Todos los recuerdos llevan consigo una o varias emociones asociadas. Los que vienen con emociones más potentes, miedo, asco, ira, tristeza, nostalgia, felicidad, etc, son los que más perduran en nuestra memoria. Son precisamente las emociones las que consiguen que aprendamos de nuestras experiencias y vivencias para que, en el futuro, sepamos tomar las decisiones que nos vayan a provocar un estado emocional más placentero.
«La vida no es lo que uno vive, sino lo que recuerdas y cómo lo recuerdas para contarla»"
Gabriel García Márquez
Nuestra felicidad depende en gran parte de la relación que tenemos con nuestro pasado, de los recuerdos que guardamos de aquello que sucedió y de la capacidad para construir un relato positivo de nuestra propia vida
Los recuerdos nos permiten viajar atrás en el tiempo, mirar hacia el futuro y afectar el cómo nos sentimos en el presente, y también nos llevan a conectar con nosotros mismos a lo largo de la vida, así como con los demás.
El pasado no lo podemos cambiar, pero hoy estamos construyendo esos, que serán, recuerdos del mañana. Lo que dependa de nosotros, vivir momentos maravillosos, con gente hermosa, genial!